PRESENTACIÓN

Les quiero dar la bienvenida al blog "HACIENDO CAMINOS". En él podrán disfrutar de los trabajos realizados por los niños y niñas de 5ºA del CEIP Bañaderos.
Aquí se irán publicando, poquito a poco, los cuentos, descripciones, poesías, trabajos de investigación... que con mucho esmero preparan en clase.
Les recuerdo que nos pueden hacer llegar sus opiniones acerca de las lecturas escribiendo en el apartado "comentarios".
Espero que los trabajos resulten de su agrado y pasen un rato agradable con su lectura.

Además pretendemos incluir diferentes apartados que les puedan resutar de su interés.

Un saludo. Carmelo

jueves, 29 de noviembre de 2007

Nuevo: Hayku (Presentación)

En clase hemos decidido “jugar” a ser poetas y empezamos a hacer pinitos creando unos pequeños poemas inspirados en el “hayku”.
El “hayku” es una forma de poesía tradicional japonesa. Constan dichos poemas de tres versos que carecen de rima. Estos versos tienen 5, 7 y 5 sílabas respectivamente. Son poemas sin título que hablan de la naturaleza, de las estaciones… de una forma muy sobria.
A partir de hoy comenzamos a publicarlos para ustedes. Por cierto, los versos de nuestros poemas tendrán 4, 6 y 4 sílabas. ¿Preparados para disfrutar con ellos?

Un saludo. Carmelo

Nuevo: Hayku (por Aday)

Floreciendo
están los árboles
y las plantas.



Tranquilidad
y mucho descanso
para cantar.

Autor: Aday Morales Hernández

Nuevo: Hayku (por Ana)

Alegría,
amor, paz, perdón y
felicidad.



Yo soy Ana,
tú, ¿cómo te llamas,
flor marchita?

Autora: Ana Rodríguez Jiménez

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Nuevo: Hayku (por Samanta)

Esperanza,
hojas en el jardín
de mi casa.


¡Qué buenos son!
¡Qué ricos helados!
¡Calorcito!


¡Qué olores
a algas del mar, mar…!
¡Qué precioso!

Autora: Samanta García Kohuhio

Nuevo: Hayku (por Iván)

Lamparita
que alumbra mucho
y da calor.


Y florecen
en la primavera
amapolas.


Con el frío,
en el inviernito
me congelo.

Autor: Iván Santana Herrera

Nuevo: Hayku (por Sebas)

Dormidito
está mi hermano
en verano.


En la playa
hace mucho calor
y agobio.

En invierno
hace mucho frío
por la nieve.

Autor: Sebastián Lara Fernández

Nuevo: Hayku (por Tamara)

En verano
fui a esa playa
con mi madre.

Autora: Tamara Peña Espino

Nuevo: Hayku (por Abimelec)

Lo mejor es
la primavera y
el verano.


Primavera
es siempre tan dulce
tan alegre.

Autor: Abimelec Bordón García

Nuevo: Hayku (por Aythami)

Los helados
refrescan mucho con
nata fría.


La Navidad
es muy bonita, con
nieve fresca.


Autor: Aythami Lorenzo Quintana

Nuevo: Hayku (por Verónica)

Flores lindas,
olores alegres,
hierba verde.


Muñecos de
nieve hago yo en
nieve fría.

Autora: Verónica García Morales

Nuevo: Hayku (por Ancor)

Primavera,
árboles y flores
cogen vida.

En otoño
caen muchas flores
y mueren
.

Autor: Ancor Hernández Sánchez

martes, 13 de noviembre de 2007

Cuento de Jorge (continuación)

Antonio quería saber cómo era el castillo del cuento que se inventó Jorge. Aquí le va la respuesta:

El castillo era grande. Tenía seis torres. En las torres había muchas ventanas y una puerta . El castillo era de color naranja.

Autor: Jorge Marrero Rodríguez

lunes, 12 de noviembre de 2007

Cuentos encadenados (por Rubén)

LA BRUJA MALA


En lo más profundo de un lejano valle, bajo un enorme árbol, había una diminuta casa. La casa era de color verde y en ella vivía una pequeña familia. La familia estaba compuesta por Javier, Lucía, Miguel y Marta. Marta era la madre, Miguel el padre y los hermanos eran Lucía y Javier. Javier era el mayor de los hermanos y un día, junto a sus primos, se le ocurrió una idea. La idea era ir el día de los difuntos a coger castañas en lo profundo del bosque.

El bosque estaba alejado de las casas y en él vivía una bruja. La bruja quería que nadie cogiera castañas en los árboles. Los árboles eran grandísimos y viejísimos y, según la bruja, les pertenecían a ella y a los hados del bosque. El bosque y los hados no estaban conformes con la bruja ya que decían que había castañas para todos y, en especial, para los niños. Los niños, Javier, Lucía y sus primos llegaron al bosque y delante del castañero más grande se pusieron a coger castañas. Las castañas eran gordas y marrones y cuando tenían las bolsas llenas de castañas se les apareció la bruja. La bruja les dijo: -¡Dejen las castañas, que son mías y sólo mías! Los niños huyeron asustados por entre los árboles del bosque. El bosque y los hados se dispusieron a defender a los niños de la bruja. La bruja corría y corría y casi alcanzaba a los niños, pero de pronto, empezó a soplar un viento tan fuerte que hacía que las castañas cayeran de los árboles encima de la bruja. La bruja no sabía que las castañas le caían sólo a ella por la magia del hado. El hado dijo entonces: -¡Bruja, deja a los niños en paz, que sigan cogiendo castañas, déjalos en paz!

La paz había llegado al bosque y la bruja se quedó apenada en su casa. En casa de Marta calentaron las castañas en un caldero calentito. Calentitas estaban las castañas y no duraron mucho tiempo. Tiempo duró la fiesta. La fiesta estaba a punto de terminar. Terminó y cada uno se fue a su casa cansado. Tan cansados estaban de jugar y de comer que al día siguiente no comieron; parecía que no existían.

Autor: Rubén Padilla Travieso

Cuentos encadenados (por Aday)

LA BRUJA Y LOS TRES DUENDECILLOS

En lo más profundo de un lejano valle, bajo un enorme árbol, había una diminuta casa. En la casa vivían tres duendecillos. Los duendecillos eran de color verde. Verde era el nombre de un duendecillo. El duendecillo era muy raro al igual que sus dos hermanos. El hermano más grande se llamaba Nobita y era muy tonto. El tonto de su hermano se llamaba Raúl. Raúl era un duendecillo de trece años y era el más joven

El joven de la tienda tenía unos gorros mágicos de los duendecillos. Los duendecillos eran mágicos porque tenían una marca. La marca que tenían en la cabeza era también mágica y hacía milagros. Milagros era una bruja que cazaba duendecillos y se los comía. Comía tanto que era tan gorda que se le hinchaba la barriga y los pies. Los pies los tenía tan gordos que no le cabían los zapatos. Los zapatos eran rojos y eran mágicos. Eran mágicos porque corrían tanto que los cazaba sin que se dieran cuenta. Cuenta la leyenda que la bruja reventó y los duendes se salvaron. Se salvaron porque usaron los gorros. Un gorro lo tenía la bruja porque se lo habían robado los zapatos a los duendecillos.

Los duendecillos querían vengarse de la bruja y fueron al castillo. El castillo era muy raro y muy grande: tenía una calabaza en la punta. Los duendecillos entraron dentro y la bruja cogió los zapatos e intentó cazarlos pero no pudo porque los duendecillos usaron los gorros. Los gorros tenían un poder que los zapatos no tenían. Tenían un tomate que estaba envenenado y los duendecillos ya lo sabían, así que cogieron el tomate y se lo metieron en la boca de la bruja. La bruja explotó. Explotó porque contenía veneno y los duendecillos pudieron vivir tranquilos.

Autor: Aday Morales Hernández

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cuentos encadenados (por Alba)

UNA BUENA LECCIÓN

En lo más profundo de un lejano valle, bajo un enorme árbol, había una diminuta casa. Esa casa tenía algo que la hacía extraña: su dueña. Su dueña era Rita, una niña bajita y gordita que tenía su casita pintada de color rosa. Rosa era la niña que más criticaba del barrio. El barrio se hacía llamar Luz de Rosa.

Rosa siempre se burlaba de Rita. Rita siempre estaba triste. Triste porque no tenía muchos amigos. Los amigos se burlaban de ella y la miraban de forma rara. Rara era la nueva niña que llegó al barrio. El barrio había cambiado con la llegada de Belén. Belén era alta, rubia y siempre llevaba una minifalda. Falda como la que se había empezado a poner Rita. Rita se había empezado a poner moderna. Moderna como Belén. Belén tenía miles de seguidores, pero solo se ponía con Rita. Rita había empezado a ser feliz. Feliz como era antes Rosa. Rosa estaba muy celosa porque Rita era popular. Popular como Belén. Belén estaba muy contenta de ayudar a Rita. Rita cayó en una trampa de Rosa. Rosa le dijo a Rita que cogiera una blusa de la tienda de su padre. Su padre llamó a seguridad. Seguridad cogió a Rita y la metió en un reformatorio. En el reformatorio la trataban muy mal, y Belén estaba intentado sacar a Rita de allí. Allí Rita no paraba de gritar - !Yo no he sido, Rosa me lo dijo! - No paraba de llorar. Llorar mientras Rosa intentaba ganarse la confianza de Belén.


Belén consiguió sacar a Rita del reformatorio. El reformatorio iba a intentar capturar a Rosa. Rosa estaba nerviosa. Nerviosa por que de un momento a otro la iban a encerrar en el reformatorio. Los del reformatorio le pidieron perdón a Rita. Cuando Rita se encontró a Rosa hablaron cara a cara. - A la cara te digo esto: He sido lo mejor que te ha pasado- dijo rosa. –Rosa, tú en mi vida ocupas el puesto del diablo- respondió Rita con la cabeza bien alta. Alta como Belén, que al escuchar que esas palabras salían de su boca, le dio un fuerte abrazo.

Autora: Alba Suárez Hernández

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Cuentos encadenados (presentación)

¡Comienza la segunda entrega de cuentos!

A partir de hoy iremos publicando, poco a poco, nuevos cuentos. Esta vez los trabajos realizados tienen una particularidad: están redactados utilizando frases encadenadas. Cada frase comienza con la palabra con la que acaba la frase anterior. Esto le da cierta “musicalidad” a la historia cuando es leída.

Escribir cuentos con frases encadenadas no es tarea fácil porque, además de encadenar, quien escribe debe, respetando las pautas de la narración, conseguir una historia con sentido.

Los cuentos encadenados que vamos a publicar comienzan todos con la misma oración. Queríamos comprobar como, partiendo de una misma situación, la imaginación volaba en direcciones muy diferentes.

Como siempre, espero que les llegue el entusiasmo que “nuestros pequeños escritores” han puesto en su trabajo.

Nota: Los trabajos anteriormente publicados permanecerán hasta la próxima semana. Les recuerdo que pueden guardar una copia de la página que les interese o imprimirla.

Un saludo.

Cuentos encadenados (por Débora)


En lo más profundo de un lejano valle, bajo un enorme árbol, había una diminuta casa. En la casa vivía un matrimonio de duendecillos llamados Avelino y Violeta.

Violeta era el color de la casa. La casa tenía un jardín con flores muy bonitas. Bonitas eran las mariposas que revoloteaban alrededor. Alrededor de tan maravilloso lugar, serpenteaba un río. El río llevó a la enemistad de Avelino y Violeta con sus vecinos. Vecinos que cada uno quería el agua para sí. Si tuvieran dos dedos de frente, pensarían de otra manera. La manera que los vecinos pensaban para llevarse bien.
Bien, hasta que un día el río desapareció. Así desaparecieron los problemas entre los vecinos. Vecinos que por fin se llevaron bien.
Autora: Débora Rosales Marrero

domingo, 4 de noviembre de 2007

Cuentos encadenados (por Estíbaliz)

LOS MAGOS

En lo más profundo de un lejano valle bajo un enorme árbol, había una diminuta casa. La casa estaba embrujada. Estaba tan embrujada como los que vivían en ella. En ella vivían dos brujos llamados Boby y Robi. Robi era flaco y alto, Boby era lo opuesto: gordo y pequeño. Tan pequeño era que algunas veces lo confundían con un enano.

En la casa, como estaba embrujada, algunas veces se escuchaban ruidos extraños. Tan extraños eran que los brujos se asustaban. Se asustaban los que pasaban por allí. Allí era todo muy tranquilo, hasta que un día los brujos se cansaron de que la gente se asustara de ellos e hicieron un conjuro. Con el conjuro tratarían de conseguir que a todos les gustaran, pero no salió como ellos pensaban: a los niños les gustaban, pero a los mayores no les gustaban.

Entonces los magos se pusieron tristes, pero un día mientras dormían alguien tocó en la puerta. En la puerta estaban dos señores que no les tenían miedo. El miedo ya no les afectaba y los brujos se alegraron tanto que hicieron una fiesta a la que todo el mundo asistió y ya nadie les tenía miedo y todos vivieron felices y comieron perdices.

Autora: Estíbaliz Almeida Díaz